Opereta: presentación
“Desnudez por siempre joven, te saludamos
Te saludamos, desnudez por siempre joven
Te saludamos, desnudez por siempre joven
Desnudez por siempre joven, te saludamos.”
Opereta es la tercera pieza de teatro y la última obra de Witold Gombrowicz.
El teatro es algo traidor, tienta por su concisión: ¡cuánto más fácil es, a primera vista, concluir una pieza teatral que una novela de no sé cuántas páginas! Pero, una vez que te has dejado arrastrar hacia todas las trampas de esta forma detestable -incómoda, rígida, anacrónica-, cuando la imaginación se siente abrumada bajo el peso de la gente encima del escenario, bajo esa torpeza suya de hombres “vivos” que hacen crujir las tablas…, cuando comprendes que debes darle alas a ese peso, convertirlo en un signo, en un cuento, en arte…, entonces las distintas versiones van una detrás de otra a la papelera y esa bagatela de pocos actos comienza a devorar meses de tu vida.
Witold Gombrowicz, Diario, 1966 |
Witold Gombrowicz trabajó en Opereta durante más de quince años antes de lograr su forma definitiva: al principio, en 1950-1951 (durante sus horas de trabajo en el Banco Polaco de Buenos Aires) y, más tarde, en 1958-1960 (en Tandil, Argentina). Estos esbozos se editarán en 1975 en un libro titulado Historia (Opereta).
Entonces desempolvé el borrador de “Opereta”, una obra teatral que había empezado cuando todavía trabajaba en el banco, para abandonarla luego, con la que de nuevo había luchado en Tandil y que una vez más había arrumbado en un cajón…
Testamento. Conversaciones con Dominique de Roux |
La tercera y última versión de la obra, comenzada en Vence en diciembre de 1964 y terminada en agosto de 1966, se publicó por primera vez en polaco en el mismo volumen que el Diario 1961-1966, en el Institut Littéraire (Kultura), París, 1966.
“¡Al galope, al galope, al galope!
¡Los cascos repiqueteando!
No es nada el trote, sólo el galope,
Sólo el galope, galopando
¡Sólo el galope me tienta!”
Siempre me he sentido fascinado por la forma de la opereta, en mi opinión una de las más felices que ha producido el teatro. Así como la ópera tiene algo de torpe, de irremediablemente abocado a la pretensión, la opereta, en su divina idiotez y en su esclerosis celestial, toma sus alas del canto, de la danza, del gesto, de la máscara y me parece el teatro perfecto, perfectamente teatral.
Opereta, Commentario de Witold Gombrowicz |
Al principio, Witold Gombrowicz consideraba su obra como una pieza teatral, parodia de la forma de la opereta y no pensaba dotarla de una partitura musical definitiva.
Por eso, los directores tienen libertad para utilizar la música que prefieran, ya sea tradicional de opereta o partituras originales encargadas especialmente para el espectáculo.
¿Qué hay de ti, Opereta, qué debo hacer, qué métodos inventar para que tus bolsas hablen con la voz de la Historia...? El balbuceo de la Historia dentro de unas bolsas, es así como lo veo en este momento… Vientos, truenos inesperados, irónicos, virulentos, y, de pronto, cantos y bailes que se interrumpen de golpe.
Witold Gombrowicz, Diario, 1966 |
“¿Quién me hace cosquillas?
¡Ay, ay, me han dado un pellizco!
Ay, ay, ay.
¡Pero si esta mano es suya!
¡Granuja, patán!
¡Déjeme!”
Witold Gombrowicz falleció en julio de 1969, y no llegó a conocer la gloria escénica de Opereta: la primera representación de la pieza tuvo lugar en Italia, en el Teatro Stabile de L’Aquila, con puesta en escena de Antonio Calenda, en noviembre de ese mismo año.
En enero de 1970, Jacques Rosner -que pudo consultar a Witold Gombrowicz acerca de Opereta unos días antes de su muerte- presentó su espectáculo en París en el Teatro Nacional Popular en el Palacio de Chaillot.
En Polonia, Opereta se estrenó en Łódź, en abril de 1975, con una puesta en escena de Kazimierz Dejmek.
La primera traducción de Opereta al francés fue realizada por Constantin Jelenski y Geneviève Serrau y se publicó en ediciones Denoël, colección Les Lettres nouvelles, París, 1969.